Lipofilling facial: transferencia de grasa autóloga para rejuvenecimiento y volumen
El lipofilling facial, también conocido como injerto de grasa autóloga o lipotransferencia, es un procedimiento quirúrgico mínimamente invasivo en el que se extrae grasa del propio paciente para reinyectarla en áreas faciales con pérdida de volumen. Este tratamiento combina los beneficios de relleno y regeneración tisular, mejorando la textura cutánea, restaurando contornos y aportando un aspecto natural y duradero.
1. Fundamento y objetivos
El lipofilling facial aprovecha las propiedades regenerativas de las células madre mesenquimales presentes en el tejido adiposo. Sus objetivos principales son:
- Restaurar volúmenes en áreas deprimidas: surcos nasogenianos, pómulos, región malar y valle de lágrimas.
- Mejorar la calidad de la piel gracias al aporte de factores de crecimiento que estimulan la neocolagénesis y neoelastogénesis.
- Aportar naturalidad: al tratarse de grasa autóloga, se minimiza el riesgo de rechazo y reacciones alérgicas.
2. Indicaciones y perfil del paciente
El lipofilling facial está indicado en:
- Pérdida de volumen natural por envejecimiento: hundimientos en mejillas y surcos profundos.
- Defectos asimétricos tras traumas, cirugías oncológicas o defectos congénitos.
- Mejora de la textura en zonas con cicatrices atróficas o arrugas finas.
- Pacientes adultos con buena reserva de grasa corporal y expectativas realistas.
No se recomienda en personas con trastornos de coagulación, infecciones activas o enfermedades sistémicas inestables.
3. Evaluación preoperatoria
La planificación de un lipofilling facial eficaz requiere:
- Historia clínica: Antecedentes médicos, cirugías faciales previas y factores de riesgo.
- Examen facial: Identificación de zonas de atrofia grasa y calidad cutánea.
- Fotografías objetivas: Vistas frontal, oblicua y perfil para documentación y simulación de resultados.
- Pruebas complementarias: Analítica sanguínea, evaluación cardiológica o respiratoria según riesgo.
4. Técnica quirúrgica y etapas del procedimiento
El lipofilling facial consta de tres fases principales:
4.1 Lipoaspiración y obtención de grasa
- Áreas donantes: Abdomen, región trocantérica o muslos, según reserva de grasa.
- Lipoaspiración tumescente: Infiltración de solución con lidocaína y adrenalina para minimizar sangrado y daño celular.
- Aspiración suave: Cánulas de calibre fino (2–3 mm) para preservar la viabilidad adipocitaria.
4.2 Procesamiento de la grasa
- Centrifugación suave: Según protocolos de Coleman, centrifugado a baja velocidad para separar células adiposas viables.
- Decantación y eliminación de impurezas: Extracción de suero y restos sanguíneos para obtener un tejido puro.
4.3 Inyección facial
- Planos de inyección: Subcutáneo y supraperióstico, en múltiples túneles radiales para distribuir homogéneamente la grasa.
- Volúmenes dosificados: 1–3 mL por área, evitando sobrecorrección excesiva que pueda comprometer la supervivencia del injerto.
- Instrumental: Cánulas de microinyección ( < 1 mm) para precisión y mínima agresión.
5. Protocolo quirúrgico detallado
- Anestesia: Local con sedación o anestesia general ligera según extensión y preferencia del paciente.
- Preparación del campo: Asepsia riguroso en áreas donantes y receptoras.
- Lipoaspiración: Técnica tumescente, preservando células madre y vasos perivasculares.
- Procesado: Filtrado/centrifugado y decantación en condiciones estériles.
- Transferencia: Inyecciones retrógradas lentas para maximizar la supervivencia del injerto.
- Vendaje compresivo ligero: En zona donante para reducir edema y evitar hematomas.
La intervención tiene una duración aproximada de 1 a 2 horas.
6. Cuidados postoperatorios y recuperación
6.1 Fase inmediata (0–5 días)
- Frío local intermitente: Disminuye inflamación y molestas leves.
- Analgésicos y antiinflamatorios: AINEs orales para confort.
- Reposo relativo: Evitar presión directa sobre zonas de inyección.
6.2 Fase temprana (6–30 días)
- Edema y equimosis: Pico alrededor del día 3, remite progresivamente a partir del día 7–10.
- Masajes linfáticos: Opcionales en área donante para mejorar drenaje.
- Revisiones: En la primera semana y al mes para evaluar integración del injerto.
6.3 Fase tardía (>30 días)
- Resultados iniciales: Visibles a partir del mes, con retención de un 60–70 % del volumen inyectado.
- Resultados definitivos: A los 3–6 meses, tras estabilización del injerto.
- Mantenimiento: Rellenos de revisión si fuese necesario pasado el año.
7. Resultados y evidencia científica
- Supervivencia del injerto: Estudios de Delay et al. (2018) muestran una retención grasa del 60–80 % tras 6 meses¹.
- Mejora de calidad de piel: Análisis histológico revelan aumento de colágeno tipo I y vascularización en la dermis².
- Satisfacción del paciente: Más del 90 % reporta mejora en contorno y textura facial tras lipofilling³.
8. Complicaciones y recomendaciones de prevención
Complicación | Incidencia | Prevención |
Pseudoquistes grasos | 2–5 % | Inyección en múltiples túneles y volúmenes limitados |
Asimetrías | 3–7 % | Planificación cuidadosa y técnica de inyección homogénea |
Infección | <1 % | Asepsia rigurosa y, si procede, antibiótico profiláctico |
Necrosis cutánea leve | 1–2 % | Evitar inyecciones superficiales excesivas |
9. Selección del cirujano y centro de referencia
- Formación acreditada: Cirujano plástico miembro de SECPRE/AECEP con formación en cirugía reconstructiva.
- Experiencia documentada: +100 lipofillings faciales en los últimos 2 años.
- Instalaciones: Sala de cirugía ambulatoria equipada y área de recuperación.
- Seguimiento integral: Protocolos de evaluación fotográfica y ecográfica del injerto.
El lipofilling facial es una técnica innovadora que emplea la grasa autóloga para restaurar volúmenes, mejorar la textura cutánea y rejuvenecer el rostro de manera natural. Su perfil de seguridad y eficacia, respaldado por estudios científicos, lo convierte en la opción preferente para pacientes que buscan resultados duraderos y biocompatibles.
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