Mujer de 34 años que sufre aplastamiento de mano izquierda con resultado de fractura diafisiaria de 4º y 5º metacarpianos. Tras una reducción cerrada se procede a osteosíntesis percutánea con sendos tornillos canulados permitiendo una pronta rehabilitación y reincorporación a su puesto de trabajo en menos de 1 mes.

Joven de 30 años que sufre torsión del cuarto dedo de mano izquierda mientras usaba un taladro sufriendo fractura oblicua desplazada de falange proximal. Se reduce de manera cerrada y se fija mediante 2 tornillos a compresión de manera mínimamente invasiva obteniendo un resultado funcional satisfactorio y reincorporándose a su puesto de trabajo tempranamente.

La estabilidad del esqueleto óseo de la mano es condición “sine qua non” para poder realizar todos los movimientos con fuerza y precisión. Cualquier fractura mal reducida o mal consolidada supone una pérdida de función global de la mano que, en función del hueso afecto, puede conllevar importantes déficits funcionales.

Las fracturas de la mano requieren una valoración precisa y, si son quirúrgicas, una reducción anatómica, osteosíntesis y movilización precoz. Solo así podemos obtener resultados satisfactorios.